Espárragos contra el cáncer
Del Artículo "Espárragos para el cáncer" publicado en la revista Noticias sobre el Cáncer, dic. 1979
Soy bioquímico y me especialicé en la relación entre la dieta y la salud por 50 años.
Hace varios años supe del descubrimiento de Richard R.Vensal, D.D.S. que los espárragos pueden curar el cáncer.Desde entonces trabajé con él en este proyecto y hemos acumulado un número de casos favorable.

Estos son algunos ejemplos:

Caso No. 1
Un hombre con la desesperante enfermedad de Hodgkins (cáncer de las glándulas linfáticas), al año de empezar con la terapia de los espárragos sus médicos no podían detectar ninguna señal de cáncer y había vuelto a practicar ejercicios extenuantes.

Caso No. 2
Un exitoso comerciante de 68 años sufría de cáncer de la vejiga desde hacía 16 años. Después de años de tratamientos médicos que incluían radiación sin obtener ninguna mejoría, optó por los espárragos. En 3 meses los exámenes revelaron que el tumor de la vejiga había desaparecido y los riñones estaban normales.

Caso No. 3
Un hombre tenía cáncer en el pulmón. El 5 de marzo del 1971 lo operaron y encontraron cáncer de pulmón tan propagado que no era operable. El cirujano lo cerró y declaró el caso incurable. El 5 de abril el paciente supo de la terapia de espárragos e inmediatamente la asumió. En agosto los rayos X revelaron que todos los signos de cáncer habían desaparecido. Está de vuelta en su rutina comercial. Compárelo con Testimonios de cáncer de pulmón curados o mejorados gracias al aceite de lino y la ricota con la dieta de la Dra. Johanna Budwig)

Caso No. 4
Una mujer que por años tuvo problemas de cáncer de piel. Finalmente había desarrollado diferentes cánceres de piel diagnosticados como avanzados por un especialista de piel. A los 3 meses de empezar con los espárragos dijo el especialista de piel que tenía bien la piel sin ninguna lesión cutánea. La mujer informó que la terapia de los espárragos también le había curado una enfermedad de los riñones que tenía desde 1949. Había tenido 10 operaciones para sacarle cálculos en el riñón, recibía del gobierno pagos por incapacidad a causa de su estado inoperable, terminal. Ella reconocía enteramente que la cura se debía a los espárragos. No me sorprendió este resultado.El estudio "Los elementos de materia médica", editado en 1854 por un profesor de la Universidad de Pensilvania declara que los espárragos se utilizaban como un remedio popular para los cálculos del riñón. Este profesor en 1739 se refirió a experimentos en el poder de los espárragos para disolver cálculos.Hay muchos otros casos, pero el establecimiento medico interfiere en que obtengamos los registros. Por lo tanto hago un llamado a los lectores para divulgar estas buenas noticias y ayudarnos a coleccionar un gran número de casos que abrumen a los médicos escépticos sobre este remedio natural e increíblemente sencillo.Para el tratamiento los espárragos se deben cocinar antes de consumir, y de ahí que los espárragos enlatados son tan Buenos como los frescos. Simplemente hay que tener cuidado de la marca que se adquiera, asegurándose que contengan el mínimo posible de pesticidas y conservadores.

Procedimiento
Poner los espárragos cocidos en una licuadora y logren un puré y almacenaros en el refrigerador.Darle al paciente 4 cucharadas llenas al día, de mañana y de noche.Generalmente en 2 a 4 semanas los pacientes tendrán reacciones positivas.Se puede diluir en agua y tomarlo como una bebida fría o caliente.La dosis sugerida se basa en experiencia pasada, pero ciertamente dosis mayores no causarán daño y en algunos casos pueden ser necesarias.Como bioquímico estoy convencido del viejo adagio: "Aquello que cura puede también prevenir".

Basándonos en esta teoría, mi esposa y yo hemos usado el puré de espárragos como bebida con las comidas. Tomamos 2 cucharadas diluidas en agua de acuerdo al gusto, con el desayuno y con la cena. Yo la tomo caliente y mi esposa la prefiere fría.
Por años hemos hecho adoptado la costumbre de examinarnos la sangre. La última vez con el examen de un médico que se especializa en un enfoque nutritivo a la salud, mostró mejoras sustanciales en todas las categorías sobre el examen anterior.
Yo hice un estudio extensivo de todos los aspectos del cáncer, y de todas las curas propuestas. Como resultado, estoy convencido que los espárragos constituyen la teoría última y mayor para el cáncer.Los espárragos contienen una buena provisión de proteína llamada histones, que se cree que activan el control del crecimiento de las células.

Por esa razón creo que los espárragos contienen una sustancia a la que llamo normalizador del crecimiento celular.
Esto explica la acción en el cáncer y como tónico corporal en general.
De todos modos los espárragos utilizados como lo sugiero, es una sustancia inocua.
El FDA no puede impedir su uso a nadie, pudiendo en cambio, hacer mucho bien. Leonard (leonardleonard1 en earthlink.net ) agrega:“Hay muchos informes de recuperación tanto por consumir espárragos crudos como cocidos. Houston escribió que ‘el jugo crudo o licuado’ puede ser una forma más efectiva" (citado en Hess, 1999, Pág. 138) “Si yo tuviera cáncer comería tantos espárragos como pudiera, cocinados (preferiblemente al vapor) o crudos, sólidos o líquidos.”
Los espárragos están repletos de nutrientes y bajos en calorías, sodio y colesterol.
Son una fuente excelente de ácido fólico y de vitamina C, tiamina, y vitamina B6.
Los espárragos no contienen grasa ni colesterol.
Son una fuente importante de potasio y muchos micronutrientes.
De acuerdo al Instituto Nacional de cáncer, los espárragos son el alimento más elevado en glutathione, uno de los enemigos más potentes contra el cáncer citado como “el más potente anticancerígeno y antioxidante”
Además los espárragos contienen rutín en grado elevado, que fortalece los vasos sanguíneos.

¿Qué es el espárrago?
Originario de los suelos arenosos del sur de Europa y Asia. Conocido por el hombre desde épocas muy antiguas y cultivado desde hace más de 2000 años. Fue una hortaliza muy apreciada por los griegos y romanos. Tras las invasiones bárbaras, su cultivo sólo se conservó en España hasta el final de la Edad Media, en que volvió a cultivarse en el norte y centro de Europa. Las actuales variedades parece ser que proceden de selecciones realizadas en Holanda a partir del siglo XVII.
El espárrago contiene inulina y oligofructosa, compuestos que pueden modificar la flora bacteriana colónica. De hecho, al igual que otros hidratos de carbono no digeribles, estos oligosacáridos tienen la capacidad de aumentar el peso fecal y los ácidos grasos de cadena corta (butirato, acetato y propionato), disminuir el pH colónico, y promover específicamente el crecimiento de bifidobacterias en el colon, evitando el desarrollo de otras especies potencialmente dañinas (como el Clostridium perfringens), lo que podría suponer un menor riesgo de cáncer de colon.
En cuanto a las vitaminas, el espárrago aporta fundamentalmente vitaminas C y E, así como cantidades inferiores de ácido fólico, tiamina (vitamina B1) y riboflavina (vitamina B2). Sin embargo, es preciso tener en cuenta que los espárragos verdes son más ricos en vitaminas que los blancos y que el tratamiento al que se somete a este alimento para la preparación de conservas lleva a una pérdida vitamínica considerable. En cuanto a los minerales, cabe destacar su contenido en fósforo, hierro, magnesio y potasio.
En su composición también presenta beta-carotenos (provitamina A) y luteína (carotenoide sin actividad provitamínica A), compuestos con actividad antioxidante y potenciadora del sistema inmune, cuya ingesta elevada se ha relacionado con la protección frente al cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las cataratas y la degeneración macular senil; así como pequeñas cantidades de fitoesteroles.

El espárrago contiene lignanos (3 microgramos por gramo), una clase de fitoestrógenos con efectos a nivel de vasos sanguíneos de pequeño calibre, que parecen ejercer un papel beneficioso en algunas enfermedades vasculares degenerativas como la angiodisplasia, que es común en los ancianos y provoca hemorragias gastrointestinales, aunque este es un campo que está aún por investigar. Además, los lignanos al igual que los flavonoides, participan en otras funciones ya que tienen una débil actividad estrogénica y compiten con los compuestos estrogénicos normales no permitiéndoles promover el crecimiento de tumores. En relación con este tema, investigaciones epidemiológicas apoyan la hipótesis de que los países con más altos niveles de consumo de flavonoides y lignanos en su dieta tienen las más bajas incidencias de cáncer, hecho que está especialmente demostrado para los cánceres de mama y próstata.
Por su efecto diurético (estimula la producción de orina en el riñón), el consumo de espárragos resulta beneficioso cuando existe retención de líquidos, si bien debe consumirse con moderación en caso de trastornos renales (nefritis).

Sus propiedades
Cuando se adquieren espárragos frescos se han de seleccionar los ejemplares con puntas cerradas y compactas, de tallo recto y firme y sin cambios de coloración. Conviene rechazar los que presenten golpes o magulladuras o manchas. De igual modo, se aconseja no adquirir ejemplares con tierra entre las escamas del tallo porque requerirán un excesivo lavado que provocará pérdidas de nutrientes. Los espárragos delgados no tienen por qué ser más suaves que los gruesos. Tanto unos como otros poseen un sabor exquisito.Para conservar los espárragos frescos de manera adecuada y así conseguir que éstos mantengan sus cualidades, han de envolverse con un paño húmedo y se conservan en el frigorífico hasta tres semanas. Si se introducen en una bolsa de plástico, se mantienen solo dos o tres días. Con el tiempo se vuelven más duros. Por tanto, lo más adecuado es consumirlos lo antes posible. Los espárragos admiten la congelación, aunque una vez descongelados pierden firmeza. Para congelarlos hay que lavarlos y ordenarlos según su tamaño. A continuación, se corta la base y se escaldan durante dos minutos los ejemplares de menor tamaño y cuatro minutos los mayores. Justo después de haberlos escaldado se sumergen en agua muy fría durante cinco minutos y se introducen en bolsas de plástico aptas para congelar o en recipientes herméticos. Debe procurarse que no queden espacios vacíos entre los espárragos. De este modo se mantienen en buenas condiciones hasta un año. Los espárragos en conserva aguantan en un lugar seco a temperatura ambiente durante varios años.

Nutrientes
Los espárragos frescos están constituidos sobre todo por agua. Su contenido en azúcares y en grasas es muy bajo, mientras que son una de las hortalizas más ricas proteínas. Además, contienen un alto contenido en fibra. En relación con su contenido vitamínico, destaca la presencia de folatos, provitamina A (beta-caroteno) y de las vitaminas C y E. A excepción de los folatos, el resto cumplen una importante acción antioxidante. También están presentes otras vitaminas del grupo B como la B1, B2, B3 y B6.Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. La vitamina C participa en la formación de colágeno, glóbulos rojos, huesos y dientes, al tiempo que favorece la absorción de hierro de los alimentos y aumenta la resistencia frente a las infecciones. La vitamina E colabora en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad.

El beta-caroteno es un pigmento que el organismo transforma en vitamina A según sus necesidades. La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. La vitamina B1 interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono. Por ello, los requerimientos de esta vitamina dependen, en parte, del contenido en hidratos de carbono de la dieta. Su deficiencia se relaciona con alteraciones neurológicas o psíquicas (cansancio, pérdida de concentración, irritabilidad o depresión).La niacina o vitamina B3 facilita el funcionamiento del sistema digestivo, el buen estado de la piel, el sistema nervioso y la conversión de los alimentos en energía...En cuanto a minerales, los espárragos presentan cantidades importantes de potasio, hierro, fósforo y yodo, además de calcio y magnesio, aunque en menor proporción. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además de intervenir en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. El fósforo juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, al igual que el calcio. Sin embargo, este último no se asimila apenas en relación con los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de este mineral.

Algo similar ocurre con el hierro, cuya absorción es mucho mayor cuando procede de alimentos de origen animal.El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos. Además forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. Los espárragos blancos contienen menor cantidad de vitaminas que los verdes, sobre todo si se toma como referencia su aporte de folatos y de vitamina C. También poseen menos asparragina, sustancia que forma parte de su aceite esencial volátil y responsable de su particular sabor. Por otra parte, los espárragos en conserva contienen menos minerales debido al tratamiento que sufren para su procesado, salvo de sodio, ya que se añade sal (cloruro sódico) como conservante.
En relación con la saludExceso de peso Su bajo contenido calórico, debido a su alta proporción de agua y a la baja presencia de nutrientes energéticos, convierte al espárrago en un alimento idóneo para incluir en dietas hipocalóricas. Su elevado contenido en fibra aporta sensación de saciedad, lo que contribuye a reducir el apetito. Además, es un alimento muy refrescante. Resulta por tanto perfecto para elaborar sabrosas ensaladas y así contribuir a la hidratación del organismo.

Prevención de enfermedades
Los espárragos son fuente de sustancias de acción antioxidante, como vitaminas C, E, provitamina A y compuestos fenólicos como los lignanos. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los radicales libres. La respiración en presencia de oxígeno es esencial en la vida celular de nuestro organismo, pero también produce unas moléculas, los radicales libres, que ocasionan efectos negativos para la salud a través de su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos o grasas.

Existen situaciones que aumentan la producción de radicales libres, entre ellas el ejercicio físico intenso, la contaminación ambiental, el tabaquismo, las infecciones, el estrés, dietas ricas en grasas y la sobre exposición al sol. La acción de los antioxidantes en la prevención de enfermedades cardiovasculares es hoy una afirmación bien sustentada. Se sabe que es la modificación del llamado "mal colesterol" (LDL-c) la que desempeña un papel fundamental en el inicio y desarrollo de la aterosclerosis. Los antioxidantes bloquean los radicales libres que modifican el llamado mal colesterol. Contribuyen así a reducir el riesgo cardiovascular y cerebrovascular. Por otro lado, unos bajos niveles de antioxidantes constituyen un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer y de enfermedades degenerativas.

Mujeres embarazadas y niños
El espárrago es aconsejable en la dieta de la mujer embarazada gracias a su contenido en folatos. Ésta es una vitamina importante para asegurar el correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación. Su deficiencia puede provocar en el futuro bebé enfermedades como la espina bífida o la anencefalia. Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños. Por esta causa, incluir espárragos en su dieta habitual es una forma interesante de prevenir deficiencias. Hay que tener en cuenta que los folatos son sensibles al calor, por lo que su cocción conviene hacerla con poco agua y en la olla rápida con el fin de minimizar las pérdidas de este nutriente

Potente depurativo y diurético
El espárrago es rico en potasio y pobre en sodio (a excepción de los espárragos en conserva), lo que le confiere una acción diurética que favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo. Son beneficiosos en caso de hipertensión, retención de líquidos y cálculos renales, a excepción de los provocados por sales de ácido úrico debido a su alto contenido en purinas. Con el aumento de la producción de orina se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella. En el caso de los espárragos en conserva, su elevado contenido en sal hace que pierdan su acción diurética y, por tanto, su consumo no será recomendable en caso de hipertensión y retención de líquidos.

Ácido úrico
El espárrago contiene una considerable cantidad de purinas que en el organismo se transforman en ácido úrico. En caso de hiperuricemia, gota y litiasis renal por sales de ácido úrico, su consumo deberá ser moderado. No obstante, los fármacos cobran mayor importancia que la dieta en estas enfermedades.

Favorece el tránsito intestinal
Los espárragos son ricos en fibra, en concreto en celulosa (fibra insoluble), por lo que presentan propiedades laxantes. El consumo de alimentos ricos en fibra contribuye a prevenir o mejorar el estreñimiento y otras afecciones relacionadas con el tracto gastrointestinal, tales como la enfermedad diverticular de colon, la hernia de hiato, las hemorroides y venas varicosas e incluso el cáncer de intestino grueso. Asimismo, la fibra contribuye a reducir la colesterolemia y la velocidad con la que pasan los azúcares hacia la sangre, lo que beneficia en caso de riesgo cardiovascular y diabetes.