Agua destilada y agua mineral
La importancia del agua en la salud está fuera de toda duda y en la revista ya hemos dedicado a ello muchos reportajes que el lector puede leer en nuestra web: www.dsalud.com. Sin embargo, hay algo que no habíamos tratado aún: si es mejor beber agua mineral o destilada. Porque si uno pregunta a los médicos la mayoría le responderá que el agua destilada no es apta para el consumo humano. Sin más. Y no es así. El agua destilada y luego reestructurada y energetizada es mucho más saludable. Se lo contamos en detalle.
La importancia del agua para el ser humano lo demuestra el hecho de que entre el 75 y 80% del peso de un bebé es agua, porcentaje que baja al 60-65% en el caso de un hombre adulto y al 55-60% en el de la mujer. Estando dos terceras partes en el interior de las células y el otro tercio en el espacio extracelular (de este porcentaje un 72% en el líquido intercelular y un 20% en el plasma siendo sólo un 8% agua transcelular). El investigador español Felicísimo Ramos -doctor en Química y Física- puntualiza incluso que en el ser humano adulto es agua el 99% del plasma, la saliva y los jugos gástricos, el 84% de los tejidos nerviosos, el 73% del hígado, el 71% de la piel, el 60% del tejido conectivo y el 30% del tejido adiposo.
A estos datos hay que añadir algo aún apenas conocido por la mayoría de los médicos y biólogos: que parte de ese agua es especial como en su día descubrió la profesora mexicana de Farmacología, Fitoquímica, Biología Marina y Geriatría Esther del Río ya que está compuesta de cristales líquidos en forma de clatratos. Siendo eso lo que permite que en el interior de nuestro organismo la luz viaje a velocidades increíbles transmitiendo información y que, por tanto, su pérdida sea una de las principales causas de enfermedad y de ahí que su restitución permita recuperar la salud.
"Nuestro organismo –afirmaría durante su ponencia en el II Congreso Internacional sobre Tratamientos Complementarios y Alternativos en Cáncer recientemente celebrado en Madrid- es como un gran ordenador con pantalla de cristal líquido que se relaciona con el exterior y con el interior así como con el ‘disco duro’, el cerebro, dando respuestas en millonésimas de segundo gracias al sistema de cristal líquido-magnetitas. Y ello nos hace virtualmente cibernéticos.
Es más, puede decirse que todos los seres humanos estamos interconectados a través de un sistema cristal líquido-magnetitas con la mente universal”.
En consecuencia, para mantener un buen estado de salud es necesario un estado de equilibrio entre el cuerpo magnético y el cuerpo bioquímico donde tanto el cuerpo férrico como las moléculas de cristal líquido juegan un papel básico. Como en su momento se explicó (véalo en el nº 85 de nuestra web: www.dsalud.com) Esther del Río tiene patentando un proceso químico que permite, partiendo de agua purificada, obtener agua-cristal líquido. Y de su eficacia en numerosas patologías -cáncer incluido- se habló ya de forma extensa en el mencionado número de la revista, información que ampliaría durante la ponencia que ofrecería en el congreso (el lector puede adquirir el DVD de la ponencia en la revista).
Lo singular es que este descubrimiento da soporte científico a toda la Medicina Bioenergética y a terapias como la Acupuntura, la Digitopuntura, la Electroacupuntura, la Biofotonterapia, la Homeopatía, los tratamientos de Biorresonancia, etc. Y justifica en parte la rotunda afirmación del Dr. Fereydoon Batmanghelidj de que "la mayor parte de las enfermedades las causa la carencia crónica de agua”. Es decir, son consecuencia de no beber la suficiente cantidad de agua cada día. Por eso asevera que el agua es la mejor medicina natural para gran número de las llamadas enfermedades y de ahí que lo que para muchos médicos es un "cuerpo enfermo" para Batmanghelidj no es con frecuencia sino un "cuerpo sediento".
De ahí que añadiera: "La deshidratación crónica es el estresante principal del cuerpo y la responsable desconocida de la muerte de millones de personas. A mi juicio es la responsable de la mayor parte de fallecimientos por enfermedad, muy por encima de cualquier otra afección. Sin embargo, los arrogantes sistemas sanitarios de los países supuestamente avanzados no la consideran importante y siguen tratando a los enfermos con productos químicos en vez de con simple agua hasta que, al final, logran que aparezcan problemas de verdad" (vea en nuestra web –www.dsalud.com- lo publicado al respecto en los números 55 y 56).
Aseveración, agregaremos nosotros, que se matiza quizás con el descubrimiento de la doctora Esther del Río ya que el agua-cristal líquido que tanta importancia tiene para la salud y se encuentra en nuestro interior lo obtiene el organismo de la llamada agua biológica, es decir, de la que contienen las frutas y verduras crudas. Por lo que para asegurarse de tener suficiente agua biológica -es decir, de agua de cristal-líquido en forma de clatratos- sea necesario ingerir también a diario frutas y verduras crudas, bien enteras, bien en zumos recién exprimidos.
LAS VITALES FUNCIONES DEL AGUA
Piénsese que el agua es el "solvente universal” por excelencia gracias a su elevado poder dieléctrico, el medio de disolución ideal en el que casi todas las sustancias se pueden disolver. Prácticamente todos los procesos destacables de intercambio y transformación necesarios para la obtención de energía se desarrollan en ese medio líquido. Es además el medio de transporte más efectivo. No sólo a nivel químico sino a nivel fotónico y cuántico. Y, sobre todo, cumple una función de limpieza absolutamente imprescindible.
Sin agua el organismo no puede depurarse. Solo que para ello hace falta que se trate de un agua de buena calidad. Y la verdad, ¿bebemos agua de calidad hoy día? Evidentemente la respuesta depende de dónde vivimos, cuál es el origen del agua y cómo ha sido ésta tratada antes de ingerirla. No es lo mismo beber agua de grifo en Madrid que en Valencia. Ni agua de grifo que agua de manantial. Y también entre éstas hay diferencias, especialmente en lo que al grado de mineralización se refiere: cuantos menos minerales tenga mejor es para el consumo.
A fin de cuentas los minerales del agua no se asimilan por el organismo y deben ser eliminados. Así que si alguien bebe agua rica en minerales creyendo que eso le viene bien al organismo se equivoca. Lo único que puede terminar logrando es tener piedras en los riñones y los conductos urinarios así como en las paredes intestinales, las arterias, las articulaciones, el hígado y hasta el corazón, a veces corroyendo incluso los tejidos. Porque los minerales del agua son minerales inorgánicos y nosotros –al igual que los animales- sólo podemos asimilar los minerales orgánicos. Es decir, los que producen las plantas.
La gente debería saber que son sólo las plantas las que pueden absorber por las raíces los minerales inorgánicos quelándolos y transformándolos en orgánicos, es decir, en asimilables por animales y humanos. Y son también las plantas –frutas y verduras- las que transforman el agua que absorben de la tierra en agua destilada, es decir, libre de minerales inorgánicos, pura y además en forma de cristal líquido. Algo que no ocurre con el agua destilada al vapor ni, en menor medida ya, con la tratada por aparatos de ósmosis inversa que los eliminan sólo parcialmente. Los filtros de carbón, en cambio, no eliminan los minerales del agua salvo el cloro.
Y si cree que el asunto es de una importancia relativa sepa que según los cálculos de los expertos a lo largo de la vida una persona que bebe agua dura no destilada puede llegar a ingerir el equivalente a 450 vasos de minerales sólidos. Residuos que si no se eliminan se terminan acumulando o corroyendo tejidos dando lugar a numerosas dolencias. Y sólo hay una manera de prevenir ese problema: eliminar los minerales inorgánicos. ¿Cómo? Pues ingiriendo agua desmineralizada. Preferentemente, destilada.
Y, si se nos apura, transformándola en "agua dialítica”. Hablamos del método inventado por el fallecido sacerdote español José Ignacio Martín Artajo que permite lograr la modificación de la posición de los átomos hidrógeno-oxígeno-hidrógeno que conforman una molécula de agua para aumentar la capacidad disolvente de cuerpos cristalinos que de por sí tiene el agua. Algo que se puede lograr mediante una energía débil capaz de influir sobre la distancia –para aumentarla- y la colocación -disminuyendo el ángulo espacial de los átomos de hidrógeno respecto del de oxígeno que componen la molécula- ya que si la fuerza fuera demasiado potente –por ejemplo, una descarga eléctrica- se corre el riesgo de destruir la molécula.
Fuerza débil que se consigue mediante los pequeños campos electrostáticos que generan los cristales de cloruro de sodio y cloruro de litio y que, debidamente tratados y almacenados en ampollas de vidrio, logran ese efecto estando simplemente en contacto con el agua. De hecho hace años ya que se comercializan en forma de ampollas -en farmacias y tiendas de dietética- con el nombre de Slackstone II (vea en nuestra web el artículo que publicamos sobre el asunto en el nº 44).
Cabe agregar que en la actualidad la calidad del agua en la Tierra es infinitamente peor que la de hace sólo un siglo debido a la gigantesca contaminación del planeta. Al punto de que es casi imposible encontrar en todo el planeta agua sin contaminar -acuíferos subterráneos incluidos- ya que la lluvia ácida llega a todas partes. Incluso a las montañas más altas. Agua que contiene todo tipo de sustancias químicas sintéticas causantes de graves efectos secundarios, minerales inorgánicos –algunos radioactivos-, bacterias, virus, hongos, mohos, microalgas, etc. Y que, para colmo, está cargada de otras muchas informaciones patógenas.
CÓMO PUFIRICAR EL AGUA
En suma, hay que beber agua lo más pura posible. Lo que, por una parte, se consigue ingiriendo el agua biológica de las frutas y verduras -destilada naturalmente- y, por otra, utilizando medios mecánicos de purificación. Es decir, mediante filtros, aparatos que eliminen el máximo posible de impurezas y elementos patógenos. Obviamente en las grandes poblaciones urbanas las llamadas aguas potables han sido ya sometidas a un proceso de purificación y se supone que son aptas para el consumo pero la verdad es que su calidad es en general bastante discutible.
Porque no hablamos sólo de su "dureza”, de que sea salina o calcárea, sino también de los microorganismos que no se eliminan con tales procesos a pesar del cloro añadido. Por eso en muchas poblaciones la instalación de métodos de purificación de agua en los domicilios, oficinas e instalaciones públicas sea una necesidad perentoria. Y hablamos básicamente de tres posibilidades: los filtros (mecánicos, de carbón activado y los de resinas de intercambio iónico), los dispositivos de ósmosis inversa y las destiladoras al vapor.
Sobre los primeros diremos que los más útiles son los de carbón activado ya que eliminan del agua la arena, el mal olor, el cloro y la mayoría de los contaminantes orgánicos como los pesticidas, los herbicidas, el benceno, los trihalometanos (THM) y los policlorobifenilos (PCB) además de las partículas usuales de aluvión de forma parcial. Los otros dos tipos de filtros tienen menores posibilidades. Los segundos hacen todo eso y además eliminan contaminantes inorgánicos como el arsénico, el boro, el cadmio, el calcio, el cromo, el cobre, el plomo, la plata, el manganeso, el mercurio, los sulfatos, los cloruros, el sodio, el selenio y el zinc (no así el cloro) además de los contaminantes radioactivos estroncio 90 y radio 226 y 228, un contaminante orgánico como el tanino e, incluso, la mayor parte de las microalgas, bacterias, hongos y mohos presentes en el agua.
Mucho más eficaces pues que los filtros de carbón pero también más caros; sin olvidar que se aprovecha sólo entre el 10% y el 20% del agua. Hasta hace poco, sin embargo, ninguno de los dos métodos permitía eliminar del agua el hierro, los nitratos, los sulfuros, los fluoruros y los virus lo que sí logran los aparatos de agua destilada que eliminan todos los contaminantes mencionados sin excepción: los inorgánicos, los orgánicos, los radioactivos y los biológicos.
Siendo algunos de excelente calidad y precio muy asequible: unos 200 €. Y sin pérdida de agua. Empero, es verdad que hoy hay ya aparatos de ósmosis inversa que también logran esto último en porcentajes que van del 95 al 99% solo que su acción germicida se consigue sometiendo el agua a radiación ultravioleta y aunque se dice que ésta no afecta negativamente al agua hay quien asevera lo contrario.
Además, cuando el agua es muy "dura” –por exceso de calcio y magnesio- hace falta instalar también un descalcificador si no lo lleva –el caso de la mayoría- y el precio medio del mismo es incluso superior al del equipo de ósmosis inversa. Y para que el aparato se mantenga en buenas condiciones de uso es necesario hacer periódicamente lavados del circuito -consumiendo unos veinte litros en cada ocasión-, cambiar los filtros o cartuchos -en el caso de los primeros cada año y en el de los segundos cada 3 o 4 meses- y sustituir las membranas semipermeables cada dos años. La otra posibilidad es adquirir un aparato de ósmosis inversa que ya incluya el descalcificador pero su precio está entre los 1.500 y los 3.300 €.
EL AGUA DESTILADA
¿Y qué es el agua destilada? Pues aquélla que procede de la evaporación natural por elevación de la temperatura y una vez en la atmósfera cae de nuevo a causa del frío en forma de lluvia, rocío o nieve. Es decir, agua pura que en los antiguos textos chinos se denominaba agua de larga vida y se recogía en las cumbres de las regiones montañosas. Una práctica que desgraciadamente ya no puede seguirse porque hoy el agua y la nieve que descargan las nubes está también contaminada. De ahí que lo más práctico sea instalar una destiladora pues a fin de cuentas lo que ésta hace es imitar el proceso de la naturaleza evaporando el agua mediante calor para luego condensarla con frío. En aparatos de acero inoxidable libres de contaminantes.
¿Y realmente es potable el agua destilada?, se preguntarán muchos lectores. Y la respuesta es Sí. Porque quienes argumentan que para ser apta para el consumo el agua debe tener una carga mínima de minerales parecen desconocer, como ya hemos dicho, que los minerales inorgánicos del agua sólo le son útiles a los vegetales, no a los seres humanos ni a los animales. Por tanto, la afirmación de que beber agua destilada puede llevar a desmineralizarnos es absurda y no se sostiene científicamente.
El otro "argumento” de quienes no recomiendan consumirla es la diferencia de presión osmótica del agua destilada y el agua mineralizada. Y para apoyar su afirmación dicen que basta introducir en una probeta con agua pura células animales para constatar que éstas se hinchan y explotan. Lo que se explica porque dos soluciones con distinta concentración tienden a igualarse y al entrar cada vez más agua en la célula llega un momento en que la membrana no soporta la creciente presión interior y explosiona. Por lo que coligen que lo mismo puede ocurrir en el cuerpo. Por supuesto, basta que usted ingiera un vaso de agua destilada para dejar en evidencia a quienes usan ejemplos que no son comparables. Millones de personas beben en el mundo agua destilada cada día y ninguno ha tenido un problema como ése. Porque, sencillamente, en cuanto el agua destilada entra en contacto con el cuerpo cambia su concentración y presión.
Cabe añadir que tanto el agua de grifo como el agua mineral embotellada son conductores de electricidad; el agua pura –es decir, la destilada- es, sin embargo, un conductor eléctrico muy pobre. Por eso hay quienes afirman que consumirla puede dificultar la conducción eléctrica y fotónica entre las células pero tal aseveración carece a nuestro juicio de fundamento.
El terapeuta y naturópata español Ignacio Chamorro -discípulo directo de la famosa doctora Hulda R. Clark, conocida partidaria y defensora del consumo de agua destilada y quien nos facilitó algunos de los datos que ofrecemos en este texto- nos comentaba: "Yo bebo agua destilada desde hace mucho tiempo y nunca he tenido problema alguno. Al contrario, su ingesta contribuye notablemente a mantenerme sano. Mire, si no se tratara de un asunto tan serio resultarían cómicas algunas anécdotas. En Estados Unidos, al igual que en otros muchos países asiáticos, se vende agua destilada en los supermercados para beber. En Tailandia incluso lleva la etiqueta ‘Este agua es buena para su salud’. Y, sin embargo, paradójicamente, a los estudiantes europeos de Medicina se les dice que el agua destilada puede ser perjudicial. Incluso una amenaza mortal. Resulta grotesco”.
"La destilación por vapor –añadiría Chamorro- es en realidad el procedimiento utilizado por la naturaleza para purificar el agua. La diferencia está en que en la naturaleza el vapor se crea por efecto del calor del sol y en la destiladora el calor se consigue con electricidad haciendo hervir el agua; y en la naturaleza el vapor se condensa por las bajas temperaturas de la atmósfera produciendo lluvia o nieve y en la destiladora se logra haciendo pasar el vapor por espirales que la enfrían. Pero en ambos casos las impurezas se eliminan”.
"Cabe agregar –seguiría explicándonos- que el agua recién destilada, cuando está caliente, está ionizada. Al hervir el agua ésta se carga y se satura con iones negativos de oxígeno. Se generan a través de las burbujas del agua hirviendo. Bueno, pues cuando bebemos pequeños tragos de este agua a lo largo del día comienza a limpiar sistemáticamente los tejidos del cuerpo ayudando a eliminar los iones cargados positivamente, es decir, los asociados con la acidez alta y las toxinas. Éstas tienen carga positiva y tienden a ‘sujetarse’ al cuerpo ya que está cargado negativamente. Por eso a medida que los iones negativos de oxígeno entran en el cuerpo son atraídos hacia el material tóxico cargado positivamente. Esto convierte los desechos en materia líquida neutralizada que es así fácilmente desechada por el cuerpo. Y de hecho, cuando alguien decide desintoxicarse tomando agua destilada nota que en los primeros días la lengua suele adquirir un color blanco o amarillo, indicio de que el cuerpo está eliminando toxinas”.
La pregunta pragmática siguiente era obvia: ¿debe dejarse enfriar el agua caliente que produce la destiladora antes de consumirla? Para Ignacio Chamorro está claro que el agua actúa en ambos casos pero de forma más eficaz y rápida estando caliente: "El agua destilada se mantiene ionizada en un termo unas 12 horas, mientras permanece caliente. De ahí que lo más recomendable sea aprovecharlo y tomar unos sorbos de ese agua, tan caliente como se tolere, cada media hora. Es idóneo sobre todo cuando en un momento determinado uno no se siente bien y nota que necesita descongestionarse. O cuando sea importante mantener la sangre fluida. O, simplemente, para sentirse más enérgico y limpio. Hay personas que hacen esto durante un tiempo determinado –tres o cuatro semanas- y otras que la consumen continuamente. Vamos, que sólo beben agua destilada”.
Chamorro nos aseguraría que tras beber agua destilada, una vez se han disuelto los depósitos minerales en el organismo, hacer ejercicios musculares suaves, lentos, fuerza a los venenos disueltos y a los productos de desecho de los tejidos a entrar en la sangre y ésta a los órganos de excreción. "Grandes científicos contemporáneos aseguran que el envejecimiento y hasta la muerte se deben a las toxinas que no se han podido eliminar del cuerpo. De hecho, el Dr. Alexis Carrel hizo el tejido del corazón aparentemente inmortal lavando regularmente los residuos de las células. Es más, he comprobado que al hacer té con agua destilada éste tiene más sabor. Y el café requiere menos porción de granulados. El hielo, por su parte, forma cristales más claros. Asimismo, la comida se digiere mejor y las vitaminas se asimilan más fácilmente siendo más efectivas. En suma, el cuerpo aprovecha mejor los nutrientes y la sangre lleva más cantidad de oxígeno, función de suma importancia para las células vivas. Y la comida se mantiene más tiempo sin corromperse”.
¿Y los niños? ¿Hay peligro en que beban agua destilada? Chamorro es contundente: "Ninguno. El agua destilada no sólo es apta para el consumo sino ideal en todos los casos. Es más, los niños nacen libres de contaminantes y cualquier inmundicia en cantidad pequeña puede ser negativo para ellos porque aún no se han adaptado al medio. De hecho, muchos sarpullidos e irritaciones pueden ser causadas por los depósitos de agua dura que se acumulan en los pañales y el vestido. Es más, a menudo pequeñas cantidades de nitratos pueden ser de fatales consecuencias para un niño recién nacido”.
Ignacio Chamorro terminaría recordándonos que para la doctora Hulda Clark es absolutamente fundamental que toda persona con alguna patología degenerativa o enferma de cáncer beba y cocine sólo con agua destilada energetizada.
DESESTRUCTURACIÓN Y PÉRDIDA DE INFORMACIÓN
Conviene agregar, llegados a este punto, que a nuestro juicio el agua destilada tiene un "problema”: se desestructura, pierde gran parte de la información almacenada en ella. Aunque esto último debo decir que no me parece negativo porque si bien pierde la información positiva también se pierde la negativa. En cuanto a la desestructuración es obvio que se produce.
Lo demuestran las microfotografías de agua destilada congelada que hizo el investigador japonés Masaru Emoto, una de las cuales fue publicada en el nº 94 de la revista con motivo del reportaje sobre el Activador de Agua Vital que permite al agua recuperar su estructura genuina merced al Principio de Resonancia (lea en nuestra web –www.dsalud.com- el reportaje que publicamos en el nº 94). De ahí que debamos sugerir a quien se anime a consumir a partir de ahora agua destilada que antes de beberla la reestructure, energetice y cargue de información. Algo, por otra parte, que ya hacían las antiguas culturas milenarias antes de beberse el agua de nieve traída de las montañas. ¿Cómo?
Pues vertiendo el agua de un recipiente a otro desde una altura de al menos medio metro 8 veces seguidas. Según su experiencia de esa manera el prana o energía que existe en el agua se reactiva. Otra posibilidad –complementaria a la anterior en nuestra opinión- es dinamizarla –como se hace en Homeopatía-, es decir, agitándola fuertemente antes de beberla. Siendo mucho mejor si antes se expone el agua destilada al sol una o dos horas.
Es sin duda útil cargar además de información el agua destilada y ya reestructurada y activada con la tecnología Grander. Basta para ello tener al lado del recipiente de agua destilada una botella de agua Grander para que la primera se cargue por biorresonancia o, en su defecto, hacerlo mediante la utilización del dispositivo con cobertura de oro diseñado al efecto aunque no nos parece necesario (tiene amplia información en el artículo que sobre ello publicamos en el nº 69 de la revista).
Igualmente útil es exponer el agua destilada a música armónica (la de Mozart es ideal). E, incluso, poner la jarra de cristal o el termo encima de una fotografía simbólica –tanto de un delfín o una cascada como de la flor de la manzanilla, por poner sólo unos ejemplos- como también demostró Masaru Emoto (le sugerimos que lea en nuestra web –www.dsalud.com-el artículo que publicamos al respecto en el nº 52). Emoto ha demostrado que hasta las palabras y pensamientos ejercen influencia constatable en el agua. Y que por eso pegar una etiqueta en la jarra con una palabra clave –Dios, Amor, Armonía, Salud, etc- o pronunciarla en voz alta delante de ella con sentimiento permite cargar de información el agua. Y si a alguien esto le parece magia infantil sin fundamento científico que se lea –y, sobre todo, que vea las fotografías- los libros de Masaru Emoto titulados Los mensajes del agua y El poder curativo del agua publicados en español por la editorial La liebre de Marzo. Dejará de sonreír.
No olvide, por otra parte, que existen en el mercado aparatos activadores de agua sobre algunos de los cuales ya hemos hablado. Así, además del ya mencionado Activador de Agua Vital puede contar, por ponerle otro ejemplo, con el Activador de Agua GIE desarrollado por Peter Gross (del primero hablamos en el nº 94 y del segundo en el nº 53). Puede leerlos entrando en www.dsalud.com.
Y sepa que otra buena forma de cargar de información el agua destilada y reactivada es echando en la jarra en la que la conserve una simple gota del producto cuyas propiedades le interesen -limón, ajo, cebolla, cardo mariano, romero, té...- agitándola luego con fuerza 10 o 15 segundos.
Debo agregar que cuando el agua se hierve los cristales líquidos en forma de clatratos que contiene se pierden por lo que sugerimos a quienes opten por tomar agua destilada de forma constante que ingieran también con cierta frecuencia zumos de frutas y/o verduras.
Termino recordando que el ya mencionado Alexis Carrol -premio Nobel de Medicina en 1912- llegó a relacionar el agua con la inmortalidad: "La célula es inmortal. En realidad es el fluido en el que flota, básicamente agua, lo que degenera. Por tanto, renovando ese fluido a intervalos proporcionaríamos a las células lo que necesitan para su alimentación y, hasta donde nosotros conocemos, el pulso de la vida continuaría para siempre". Procede pues recordar que durante milenios el hombre ha buscado, convencido de su existencia, la Fuente de la Eterna Juventud. Y yo me pregunto: ¿no será que de esa fuente no manaba en realidad más que agua pura? ¿Es decir, agua destilada naturalmente y, por tanto, estructurada y energetizada? ¿Habrá pues estado siempre la llamada "fuente de la eterna juventud” a nuestro alcance sin saberlo? Piénselo.
José Antonio Campoy
Precios de los aparatos de purificación del agua
Es obvio que a la hora de plantearse la compra de un purificador de agua todos nos preguntamos qué dispositivo es mejor y cuáles son sus precios. Como explicamos en el texto central de este reportaje y resumimos en el recuadro que acompaña a estas líneas hay tres tipos de posibilidades:
-Los filtros.
Los hay de tres tipos: mecánicos, de resinas de intercambio iónico y de carbón activado. Son similares solo que los mecánicos filtran algunos de los metales pesados y los de carbón activado no y, en cambio, éstos filtran algunos pesticidas, disolventes y trihalometanos (THM) y los primeros no. Los de resinas de intercambio iónico sólo ablandan el agua y eliminan algunos metales pesados. De los tres tipos los mejores son pues los de carbón activado ya que eliminan del agua la arena, el mal olor, el cloro y la mayoría de los contaminantes orgánicos como los pesticidas, los herbicidas, el benceno, los trihalometanos (THM) y los policlorobifenilos (PCB) además de las partículas usuales de aluvión de forma parcial. Comparativamente, sólo se justifican si por razones económicas no puede accederse a otras posibilidades.
-Los dispositivos de ósmosis inversa.
Son mucho más útiles que los filtros de carbón activado ya que hacen lo mismo que ellos pero además eliminan contaminantes inorgánicos como el arsénico, el boro, el cadmio, el calcio, el cromo, el cobre, el plomo, la plata, el manganeso, el mercurio, los sulfatos, los cloruros, el sodio, el selenio y el zinc (no así el cloro) además de los contaminantes radioactivos estroncio 90 y radio 226 y 228, un contaminante orgánico como el tanino e, incluso, la mayor parte de las microalgas, bacterias, hongos y mohos presentes en el agua. El problema es que se desperdicia entre el 80% y el 90% del agua y su precio oscila entre los 200 y los 3.300 euros. Diferencia de precios que en modo alguno se justifica aunque los fabricantes intenten hacerlo creer. Algunos –no todos- también eliminan el hierro, los nitratos, los sulfuros, los fluoruros y los virus.
-Las destiladoras al vapor.
Hacen lo mismo que los dispositivos de ósmosis inversa sólo que además eliminan del agua –en este caso todos- el hierro, los nitratos, los sulfuros, los fluoruros y los virus. Con la ventaja de que algunas, de excelente calidad, cuestan sólo 200 €. Son pues, a nuestro juicio, una excelente opción. Eso sí, asegúrese de que compra una cuyo interior sea de acero inoxidable. Y no se olvide de reenergetizar y reinformar el agua destilada antes de consumirla.
Reportaje de la Revista DSalud. Número 97/ Septiembre 2007