Las propiedades de la levadura de cerveza
La levadura de cerveza es un complemento alimenticio que brinda grandes beneficios a todo el organismo debido a que posee vitamina B y proteínas las cuales son necesarias para el fortalecimiento de la piel, las uñas y el cabello, bajar el colesterol, mejorar el sistema nervioso, regular el sueño y mejorar la circulación sanguínea.Las cápsulas de levadura de cerveza contienen vitaminas del grupo B, tales como la vitamina B1, B2 Y B3 las cuales son imprescindibles para fortalecer el sistema nervioso y mejorar los cuadros de irritabilidad, ansiedad o depresión.Estas vitaminas ayudan a superar los efectos causados por el estrés y tomadas en forma regular ofrecen muy buenos resultados contra el insomnio.

Las proteínas contenidas en la levadura de cerveza, sumadas a las vitaminas del grupo B son una combinación ideal para el regeneramiento de los tejidos, estas propiedades hacen que sea consumida por sus rápidos efectos en la recuperación de la piel luego de quemaduras o intervenciones quirúrgicas.
La levadura de cerveza es muy utilizada para rejuvenecer la piel y fortalecer las uñas y el cabello.
Es ideal para complementar las dietas vegetarianas debido a que posee las proteínas que este tipo de alimentación no aporta.Las personas que padecen colesterol elevado se benefician tomando las cápsulas de levadura de cerveza ya que esta ayuda a disminuír los niveles del colesterol malo y aumenta los del llamado colesterol bueno.
Este complemento contiene ácido fólico por lo que se recomienda su consumo durante el embarazo y la lactancia.

Composición por 100 gramos






También presenta trazas de aluminio, cloro, estaño, manganeso, silicio, boro, plata y oro.

Calorías
La levadura es un alimento relativamente poco energético, proporcionando 100 calorías por cada 100 grs de crema fresca y 300 calorías en extracto seco.

Acidez
Se trata de un alimento acidificante, con un 40 % de exceso de ácidos.

Efectos sobre el organismo
La levadura tiene una acción a la vez preventiva y curativa sobre el organismo, desgraciadamente poco conocida, contribuyendo también al funcionamiento normal de los órganos digestivos y a la protección de la piel. Por su cantidad de proteínas y su riqueza en aminoácidos, la levadura constituye una fuente de material indispensable para la formación y restauración celular.

Contiene, sobre todo, los aminoácidos esenciales que el organismo no puede sintetizar, por lo que sus proteínas son de un muy alto valor biológico. Entre estos aminoácidos indispensables a la vida, proporciona histidina, lisina, triptófano, leucina, fenilalanina y cistina. Su contenido en glutation (tripéptido que tiene una acción preponderante en los fenómenos vitales) es excepcionalmente elevada (0,45 %).

Por la acción de tales aminoácidos, los glóbulos rojos de la sangre salen beneficiados, al igual que la resistencia del organismo frente a las enfermedades infecciosas. No hay que desdeñar, tampoco, su influencia en lo que atañe a la respiración de las células.
Pero, además de ser el más importante manantial y el menos tóxico de proteínas, la levadura es un alimento compensador de carencias y un catalizador indispensable para la utilización de los hidratos de carbono, gracias a sus vitaminas. Es el elemento nutritivo más indicado para el sistema nervioso, por su notable contenido en vitaminas del complejo B, que le otorgan beneficioso poder en la regulación del trofismo de los nervios. La vitamina B2 interviene en los llamados procesos de oxirreducción celular y evita los retrasos de crecimiento y ciertos trastornos oculares, de la piel y de las mucosas. La vitamina B6 juega un papel decisivo en las funciones del sistema nervioso, de la vesícula biliar y del higado.
Su contenido en ácido fólico asegura el mantenimiento de la integridad de los tegumentos intestinales y una buena reposición sanguínea, por lo que constituye un arma contra la siempre temible anemia.
Por lo que respecta a su contenido mineral, llama la atención la abundante cantidad de fósforo y de potasio, factores de positivo valor biológico. El primero es indispensable para el equilibrio ácido-básico de la sangre; el segundo interviene de modo fundamental en el metabolismo celular del agua.

Aun cuando los contiene en menor cantidad, la levadura es rica en calcio, necesario para la adecuada formación ósea, y en hierro, que tiene propiedades antianémícas por su indispensable presencia en la constitución de la hemoglobina de la sangre.
Otra de las valiosas propiedades de la levadura de cerveza es que favorece la completa evacuación del intestino, al mismo tiempo que combate las putrefacciones que tienen lugar en el tubo digestivo, por cuya razón constituye una de las llamadas sustancias depurativas naturales.
En primavera, cuando más necesaria es la limpieza de la sangre, la levadura es muy recomendable, debiendo prolongarse su ingestión por lo menos dos o tres meses. La forunculosis, que suele acentuarse en primavera, puede tratarse con éxito gracias a la depuración que proporciona la levadura de cerveza.

Quién debe comerla
En los lactantes y bebés de corta edad, la carencia vitamínica constituye un verdadero desastre, porque retrasa el crecimiento y perturba el normal desarrollo. Su consumo, pues, deberia ser habitual entre la población infantil y de esta manera no aparecerían las carencias vitamínicas que suelen ser frecuentes en la infancia. El normal crecimiento del niño vendria regulado sin perturbaciones ni retrasos. Se evitarían las piernas torcidas que presentan los niños cuyo desarrollo óseo se hace en condiciones de escasez de calcio y vitamina D (raquitismo).
Durante la pubertad, la nueva adaptación orgánica y fisiológica se apunta definiendo el futuro adulto. En esta época el cuerpo humano precisa cantidades extraordinarias de elementos vitales y vitamínicos que puede obtener con la ingestión de levadura.
Lo mismo ocurre en el embarazo, en que la formación del nuevo ser exige un esfuerzo orgánico por parte de la madre, el cual puede llegar a agotar todas las reservas acumuladas a lo largo de su vida.

En los adultos, la falta de vitaminas ocasiona debilidad muscular, nerviosismo, insomnio, calambres en el estómago y gran irritabilidad. Estos síntomas son combatidos con las vitaminas de la levadura de cerveza.
En las convalecencias, la levadura vendrá a ser el sobrealimento y el tónico que hagan más rápida la recuperación orgánica. También será el reconstituyente que haga revivir los gastados organismos de las personas de naturaleza caduca y agotada. En la edad avanzada, este elemento vital podrá evitar los achaques o hacerlos más llevaderos.

De las propiedades enumeradas se desprende que interesa en gran manera a todo el mundo el consumo de la levadura, en atención a las excelencias que de ello pueden derivarse. Es más indicado, no obstante, su uso para quienes llevan a cabo pesadas labores físicas, para quienes padecen depresiones nerviosas y, por consiguiente insomnio, para el sobrefatigado intelectual, para el convaleciente, la gestante, los niños, los jóvenes sometidos a un rígido entrenamiento deportivo, para el anémico e incluso para el diabético.