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De acuerdo a estos hallazgos, estas sabrosas frutas tendrían un componente muy potente contra el virus del Sida, tanto que sus efectos serían similares a los producidos por dos de las drogas que actualmente se usan para contrarrestar esta enfermedad.
La sustancia en cuestión se llama lectina, e inhibiría de forma eficaz la infección en tests de laboratorio. Según los expertos implicados en este trabajo, la lectina podría utilizarse para ayudar a controlar las infecciones por vía sexual. De este modo, se espera poder abrir nuevas y prometedoras puertas a futuro para el control de esta enfermedad pandémica.
Dicho sea de paso, recordemos que los plátanos siempre han sido considerados agentes de buena salud: aliados del sistema gástrico, previenen la aparición de úlceras, acidez, gastritis y protegen la mucosa intestinal.
Otra de las propiedades de estas frutas es que son astringentes, por lo que suelen consumirse para frenar cuadros de diarreas. También, y un tanto paradójico, como contienen fibra de calidad pueden ayudar a las personas que sufren estreñimiento a regularizar sus intestinos.
Si bien su contenido calórico es relativamente significativo, no es cierta la creencia de que por sí engordan: aportan unas 90 calorías por cada 100 gramos, algo de 40 calorías más que una manzana.
Fruta muy consumida entre los deportistas por sus hidratos de carbono y nivel de potasio, también es ideal en la alimentación de los niños. Gracias a contener potasio ayuda a luchar contra la retención de líquidos, por lo que su consumo es recomendado en pacientes con hipertensión o gota.
Otros de sus nutrientes son la vitamina A, B, C y E, y minerales como el fósforo, hierro y calcio.
Así que a todas la propiedades benéficas de los plátanos mencionadas, ahora habría que sumarle una nueva -aún por terminar de confirmar-: la de ser de ayuda para combatir el sida.