La carne contaminada con dioxina se extiende por media Alemania
La intoxicación en granjas de ocho estados preocupa aunque Sanidad afirma de que no hay peligro «agudio» para los consumidores.
Dpa 5/1/2011
El escándalo en Alemania por la contaminación con dioxina de animales para el consumo y productos animales afecta ya a medio país, según la ministra de Protección al Consumidor, Ilse Aigner. «De momento sabemos que ocho estados federados están afectados», dijo la ministra de la Unión Cristiano Social (CSU) en la localidad bávara de Wildbad Kreuth.
Según informaciones de su ministerio, al menos 3.000 toneladas de ácido graso de la producción de biodiésel -un producto utilizado como lubricante- fueron enviadas a 25 fabricantes de piensos en Hamburgo, Mecklemburgo-Vorpommerania, Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia y Sajonia-Anhalt.

Los piensos mezcladas con la peligrosa dioxina se utilizaron en granjas y criaderos de gallinas ponedoras, otras aves y cerdos en ocho estados federados repartidos por todo el país: Brandeburgo, Hamburgo, Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia, Sajonia, Sajonia-Anhalt, Schleswig-Holstein y Turingia. Los expertos temen que en el peor de los casos ascienda a 150.000 toneladas.
De momento no se sabe la cantidad de carne y de huevos contaminados que salieron ya al mercado. Entre el 12 de noviembre y el 23 de diciembre se detectaron siete envíos de productos sospechosos a cuatro estados federados de Alemania, según un informe del Ministerio de Agricultura enviado a la comisión parlamentaria correspondiente.

Además, sigue sin haber información suficiente sobre los efectos que puede tener la dioxina en ganaderos y consumidores, aunque los responsables de Sanidad reiteran que no existe peligro «agudo» para la salud. Las autoridades de los estados federados afectados están haciendo todo lo posible por aclarar la situación. Sólo en Baviera, en el sur del país, se han analizado ya 100.000 huevos.
El sector político ha anunciado duras penas para los responsables, mientras que la fiscalía alemana ha abierto una investigación contra un fabricante de piensos del norte del país, sospechoso de haber causado la peligrosa contaminación con dioxina. La propia compañía, Harles & Jentzsch, de la localidad de Uetersen, en el estado de Schleswig-Holstein, descubrió en controles de rutina los piensos contaminados con ácido graso suministrado por una empresa holandesa.

Al parecer, se trató de un «error humano». El fabricante de biodiésel Petrotec vendió el ácido graso al comerciante holandés Olivet, quien a su vez se lo envió a Harles & Jentzsch, que en vez de utilizarlo para fines técnicos, lo mezcló «por error» con pienso para animales. La legislación actual prevé penas de hasta tres años de prisión o fuertes multas monetarias para los responsables, en el caso de daños a la salud por el empleo de sustancias prohibidas.
Las autoridades dispusieron el cierre preventivo de más de mil granjas y criaderos en varios estados federados del país. Además se sacrificaron animales que habían sido contaminados con la sustancia tóxica.