Una cosa tan fácil como dejar de beber Coca-cola puede ayudarnos sin duda a perder algo de peso. Y digo Coca-cola porque es el refresco azucarado más consumido, el mismo ejemplo podemos ponerlo con otras bebidas azucaradas y los resultados no saldrían muy dispares.
Bien, la cantidad de Coca-cola que se suele consumir tirando por lo bajo puede ser de un vaso en la comida y otro en la cena, pongamos una lata de 330 mililitros de Coca-cola al día. ¿Parece mucho?, si metes la cantidad que se consume al ir al cine, de tapas, con las copas… al final sería incluso más.
La Coca-cola tiene 10 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, lo que supone unas 42 kcal. Entonces si bebemos al día 330 mililitros estamos metiéndonos 33 gramos de azúcar, que son unas 140 kcal diarias a base de Coca-cola. En una semana sumarían cerca de 1000 kcal, para quemar esto deberiamos de correr durante dos horas.
Y llevándolo más al extremo, en un mes estamos ingiriendo más de 4000 kcal a base de azúcar pura, que si se transforma en grasa porque somos poco activos viene a engordarnos medio kilo, lo que serían 6 kilos al año (que se dice pronto). En definitiva, dejar de beber Coca-cola o refrescos industriales del mismo tipo puede ayudar a perder peso, sobre todo si se hace con frecuencia porque en este caso es como todo en nutrición, si se abusa será perjudicial.
Lo más recomendable es pasarse al agua en las comidas, no aporta calorías, nos hidrata mejor y es más barata. Tu cuerpo te lo agradecerá y tu peso también. Con esto no se está diciendo que este tipo de refrescos sean malos o perjudiciales para la salud, sino que las cantidades de azúcar que tienen pueden hacernos ganar peso cuando se consumen con frecuencia y en notables cantidades.
Fuente: Juan Lara