Cocina curativa de invierno
La forma de cocinar que vamos a utilizar hará que comencemos a ser conscientes de la masticación, saborearemos más despacio y con más detenimiento cada alimento. Como consecuencia, la digestión será más sencilla y tendremos más vitalidad. Esta dieta baja en grasas nos llena de energía a la vez que nos hace bajar de peso. Como estamos utilizando alimentos muy puros y, en muchas ocasiones, alimentos medicamento, nuestro sistema inmunitario se verá fortalecido. Los alimentos cocinados de esta forma también son sabrosos y, al igual que otras comidas, nos proporcionan un gran placer cuando los degustamos. No obstante, lo mejor es que no te creas nada de lo que aquí te contamos: !!Experiméntalo por ti mismo!!

ALIMENTOS MEDICAMENTO
Ajo:
Es un remedio medicinal disfrazado de alimento. Estimula la secreción de jugos gástricos, favorece la salud cardiovascular, disminuye el colesterol, la tensión, es antibiótico, sirve para tratar el reuma, es anti-inflamatorio y antioxidante.

Apio:
Otro alimento medicamento. Es alcalinizante, diurético y depurativo, ideal para el riñón y en casos de edemas, gota o ácido úrico. Es hipotensor, disminuye el colesterol, es eficaz para tratar la psoriasis o cualquier trastorno de la piel, también disminuye la hiperglucemia, por lo que está indicado para la diabetes.

Cebolla:
Activa las secreciones de las vías respiratorias y digestivas. Sus propiedades son: expectorante, antimucosidad, broncodilatador, antiséptico, antirreumático. Disminuye la glucosa, el ácido úrico, el colesterol, los triglicéridos, el cáncer. Mejora la circulación sanguínea e incrementa la función desintoxicadora del hígado.

Puerro:
Similar a la cebolla, posee más calcio y ácido fólico que ésta. Ideal para retención de líquidos, afecciones renales y respiratorias.

Limón:
Es un medicamento intemporal. Posee vitamina C y ácido fólico. Es depurativo, fluidificante sanguíneo, antianémico, protector en embarazos, antiséptico, anti-infeccioso, estimula el hígado y la vesícula biliar, es antidegenerativo, anticancerígeno, mejora la función circulatoria (edemas), es astringente (colitis, gastroenteritis, colon irritable), disminuye el ácido úrico, diurético y depurativo (hipertensión).

Ciruela umeboshi:
Remedio para aliviar los intestinos del estreñimiento (presencia de pectina en su piel).
Tomada en ayunas cada día, favorece la concentración mental y el estar centrado.
Estimula las secreciones intestinales.
Si se está constipado, tomar una ciruela umeboshi cada mañana con té bancha.
Combate el mal aliento porque tiene un efecto antipútrido.
Es uno de los mejores remedios para la resaca causada por intoxicación de alcohol: Remojar la umeboshi 5 minutos en agua caliente. Beber el líquido y tomar la pulpa.
Previene de mareos en viajes.
Mareos matutinos para embarazadas. También limón, pomelo o chucrut.
Previene la vejez, como proceso oxidativo que es. También la salsa de soja tiene un efecto antioxidante sobre la sangre.
Estimula la desintoxicación orgánica. Aumenta la vitalidad.

Gomasio:
Neutraliza la acidificación sanguínea y alivia el cansancio. Aumenta la inmunidad natural. Aporta calcio.

Tempeh:
Soja fermentada. Elevado porcentaje de proteínas vegetales que no dejan residuos metabólicos (purinas, ácido úrico,…). Posee vitamina B12. Ideal para regenerar la flora intestinal, con lo que la absorción de los nutrientes que ingerimos se incrementa.

Nabo Daikon:
Disuelve y elimina las grasas del organismo. Tomarlo en la sopa de miso.

Té kukicha:
Té de 3 años. No tiene teína. Tomar por las tardes para aumentar vitalidad.

Té Bancha:
Té de 3 años. No tiene teína. Tomar por las noches para favorecer la relajación y el sueño.

Té Verde:
Altas dosis de vitamina C, antioxidante, protege del cáncer, envejecimiento celular y enfermedades degenerativas. Elimina la retención de líquidos, incrementando la funcionalidad renal. Ideal para casos de hipertensión y diabetes. Es remineralizante, combate la caries. Infusión 3 minutos en agua que haya hervido previamente.

Alga Kombu:
Ideal en la cocción de las legumbres, neutraliza las purinas, elimina el gas carbónico, acelera la cocción, actúa como un potenciador de sabor y aporta yodo, que mejora la circulación y tonifica el tiroides (hipotiroidismo).