Kéfir de agua

El Kéfir de agua es una bebida muy saludable que se obtiene de la fermentación de varios ingredientes. Sabe como a una limonada pero con gas.
Su ventaja respecto al Kéfir de leche es que pueden tomarlo los alérgicos a la leche o aquellas que no pueden o no quieren tomarla.

El Kéfir de agua tiene unas propiedades con efectos superiores al Kéfir de leche. Se puede tomar en mucha más cantidad (de 1 a 3 litros al día). Sus gránulos son casi transparentes, sueltos y de un color acaramelado.

El Kéfir de agua es una compleja simbiosis probiótica (creadora de vida) de microbios, que se desarrolla en el soporte de una estructura polisacárida (Nódulos-granos, creados por los propios microorganismos, científicamente llamada Dextran) donde conviven en un cierto equilibrio y armonía, mientras se mantengan condiciones adecuadas en el aporte de alimento y temperatura.
Del Kefir del agua se obtiene una bebida parecida a una ¨limonada con gas¨, o viéndolo con imaginación, una alternativa al vino espumoso o cerveza, casi gratis y mucho más sano.

Las bebidas que se obtienen en los cultivos del Kéfir, tienen según tradición histórica y verificaciones científicas en laboratorios, propiedades muy beneficiosas para los humanos, tanto por los efectos preventivos como curativos.

Para combatir catarros, enfermedades del estómago, inflamaciones intestinales y del hígado, enfermedades de la vejiga y de las vías respiratorias, diarreas, anemia, alergias, eccemas, resfriados, para mujeres embarazadas ya que refuerza las defensas y alivia problemas de estreñimiento, para la leucemia, y como regenerador de la flora intestinal. También refuerza nuestro sistema inmunitario. Estamos ante una excelente bebida probiótica casera.

Según se afirma, el Kéfir ha mostrado actividades: antibacterianas, antifúngicas y antitumorales, beneficios de absorción de colesterol, beneficios en enfermedades estomacales (estreñimiento, gases, úlceras...), entre otros atributos beneficiosos. Y aunque no todos los beneficios han sido demostrados o comprobados rigurosamente, existen indicaciones prometedoras en muchos de los casos.

Esta bebida añade a las buenas propiedades del Kéfir de leche su gran poder diurético y depurativo, pudiéndose tomar más cantidad, además de que lo pueden tomar aquellas personas con intolerancia a la lactosa. Es muy recomendable en aquellas personas que tienen dificultades para consumir la cantidad de agua diaria recomendada.

Como no contiene proteínas ni grasas, viene bien para cuando se desea hacer una depuración del organismo ya que se asimila casi inmediatamente sin necesidad de largas digestiones. Tomado antes de las comidas contribuye, gracias a su efecto saciante, a disminuir la ingesta por lo que es recomendable en dietas de adelgazamiento.

Con un consumo regular, actúa como regenerador de la flora intestinal y refuerza el sistema inmunitario. El polisacárido previene la posibilidad de hipoglucemia, ya que se metaboliza lentamente liberando unidades de glucosa que pasan progresivamente a la sangre, y dan lugar a un pico de concentración de glucosa en sangre menos elevado y más extendido.

Sus gránulos son casi transparentes, sueltos, transparentes o de un color acaramelado si el dulce que se utiliza para su elaboración es azúcar moreno u otros azúcares de color.

Preparación:
En una jarra grande de boca ancha pondremos:
• 1 litro de agua mineral.

• 3 cucharadas de gránulos de Kéfir.

• 50 grs. de azúcar integral. O también se puede sustituir por miel de abeja, miel negra o melaza de caña. Para que lo puedan tomar los diabéticos, en vez de los anteriores ingredientes, se puede poner fructosa (azúcar de frutas) o edulcorante de Stevia rebaudiana (planta que hace descender los niveles de azúcar y tiene gran poder edulcorante).

• 1 ó 2 higos secos u otra fruta como dátiles o albaricoques secos.

• 1/2 limón pequeño bien lavado.

Cuando ya tenemos todos los ingredientes dentro, tapamos el frasco, lo agitamos bien para mezclar todos los ingredientes.
Después de 24 horas remover de nuevo.

Dejamos fermentar entre 2 y 3 días. Hemos de tener en cuenta que cada día que pasa tendrá más gas ya que continúa fermentando. Esto hace que a algunas personas les resulte más o menos agradable y les haga más o menos efecto. Tendréis que probar ya que no hay una norma fija.

Como tomar el Kéfir de agua
Cuando ya han pasado los dos días podemos colar todos los ingredientes y tomar el litro de Kéfir de agua a lo largo del día. Lo ideal es tomarlo en ayunas y antes de las comidas ya que así lo asimilamos mejor.

También hemos de encontrar nuestra cantidad ideal. Hay personas que con dos vasos se sienten fenomenales y otras necesitan tres o cuatro vasos al día.

Aquellas personas que no toleran el gas carbónico de las bebidas, deben primero poner el Kéfir en el vaso, remover el líquido unos instantes y dejarlo reposar un par de minutos. Normalmente así ya no queda gas y pueden beberlo lentamente.

Los nódulos o granos de Kéfir se lavan con agua mineral (sin cloro y sin gas) y podemos empezar de nuevo a preparar más. Si queremos estar muchos días sin tomar podemos congelar los nódulos de Kéfir de agua. Si sólo fueran cuatro o cinco días, podemos dejarlo con azúcar y nada más.

Tiempo de fermentación:
Se deja fermentar como mínimo 2 días y como máximo 3.

Atención: El ácido carbónico aumenta cada día, por lo que no debe taparse el recipiente herméticamente, ya que podría estallar.

Colar el líquido con un colador de plástico que estará listo para su consumo.

Lavar bien los gránulos de Kéfir bajo el agua del grifo, cambiar de recipiente y proceder como al principio.

Los gránulos de Kéfir se reproducen bastante, por lo que se aconseja dar los que sobran a un amigo o llevarlos a alguna herboristería u otro centro que se dedique a hacer de intermediario, ya que son muy difíciles de conseguir.
La bebida de Kéfir sabe mejor fría, por lo que es muy recomendable en los calurosos días de verano.

Aplicaciones y propiedades del kéfir de agua
• El Kéfir de agua puede ayudarnos en la mayoría de las enfermedades ya que tiene un efecto, digestivo, diurético y muy depurativo a nivel intestinal.

• Es muy conveniente cuando estamos sin apetito o convalecientes de alguna enfermedad.

• Favorece la eliminación de gases intestinales y digestiones lentas ya que elimina las putrefacciones intestinales.

• Puede sernos muy útil en los problemas de piel ya que muchos son un indicativo de toxinas.

• Con un consumo regular actúa como regenerador de la flora intestinal y refuerza el sistema inmunitario.

• Muchas personas han observado cómo les regula el estreñimiento si lo dejan sólo 24 horas. Por lo general 48 horas acostumbra a ser el tiempo idóneo para regular la mayoría de las funciones.

• Por supuesto si nos ayuda a normalizar muchas funciones puede sernos de gran ayuda para controlar el exceso de peso.

Recordemos, eso sí, que no hay ningún alimento ni producto milagro y que sólo cuidarnos de un modo más amplio (dieta, ejercicio, relajación) es la clave para conseguir grandes resultados.

Enfermedades de tipo nervioso, úlceras internas, catarros bronquiales, esclerosis, infarto cardíaco, problemas de vesícula, de hígado, riñones, ictericia, enfermedades del estómago e intestinos, diarreas, estreñimiento, anemia, dermatitis y eczemas.

El Kéfir previene putrefacciones intestinales y contribuye a la depuración del organismo. Se debe beber diariamente, no altera la digestión y pasa muy rápidamente a la sangre. Cuando se tienen afecciones crónicas, se debe beber gran cantidad de Kéfir de agua, por la mañana, al mediodía y por la noche, 1/2 litro cada vez.

El Kéfir no es un remedio universal. Cuando exista enfermedad, siempre se debe acudir al médico. El Kéfir puede ayudar a la Medicina por su efecto desintoxicante en muchas enfermedades.

El Kéfir de 24 horas actúa como laxante y se debe tomar por la noche, con una duración de 2 a 4 semanas. En cambio, el de 48 horas, regula.
También normaliza la presión arterial y el control de peso.

Dosis
Nervios 1 litro diario
Úlceras 1 litro diario (desaparecen después de 2 meses)
Asma 1 litro diario (durante más tiempo)
Catarro bronquial 1 litro diario
Anemia 1 a 2 litros diarios
Esclerosis 1 litro diario
Dermatitis / Eczemas 1/2 litro diario + aplicación sobre la parte afectada dejándolo secar.
Cistitis 1 litro diario
Problemas renales 1 litro diario
Afecciones de la vesícula biliar 1 litro diario

CÓMO CONSERVAR LOS GRÁNULOS DE KÉFIR
Por unos días:
Si nos tenemos que ausentar por unos días, se pueden dejar los gránulos en agua azucarada para su conservación. Por más largo tiempo, se los puede congelar, siempre que hayan sido escurridos y guardados en una bolsa de plástico o bote de cristal.

Cómo secarlos:
El proceso de secado de los gránulos de Kéfir, tanto los de leche como los de agua, es como sigue:

Se extienden sobre un plato. Se cubren con una servilleta de papel y se colocan en un lugar ventilado. Cada día se remueven los gránulos, para ir despegándolos del plato, con cuidado de no romperlos. El tiempo que tarden en secarse dependerá de la ventilación y la humedad ambiental. Se sabrá si están completamente secos, cuando se los note como cristalizados y nada pegajosos.

Así se pueden meter en una bolsita y ser enviados en un sobre acolchado, franqueándolo como simple carta, por lo que se evitarán gastos de envío.

Cómo hidratarlos:
Bastará con ponerlos en agua a temperatura ambiente para que adquieran su consistencia gelatinosa.

¿Sabías que el kéfir de agua...?
Cada vez que preparamos el Kéfir, este va creciendo poco a poco. Esto nos obligaría con el tiempo a preparar más cantidad de líquido. Lo ideal es ir regalándolo a medida que va creciendo.

Tengamos en cuenta que las proporciones de los ingredientes siempre son orientativas y podemos variarlas un poco a fin de conseguir el Kéfir con el sabor ideal para nosotros.

Recordaros simplemente que "como no le molesta la luz" os recomendamos que se prepare en un lugar que tengáis muy a la vista. Por un lado es muy bonito observar su fermentación y también es un modo de no olvidarnos de él.